Wednesday

Entomofobia.

Soñé con una cucaracha -será que maté a una y me sientí increíblemente culpable-, además de con otros insectos que entraban por mi pierna. Relaciono los insectos con la suciedad de los más primitivos instintos, de no saberme dominar. Hoy mataría insectos a un kilómetro de distancia con saber que se acercan a mi, así, sin culpa; pero los primitivos instintos aún siguen reprimidos. Respeto la inteligencia y la resiliencia a tal grado que la rigidez estaba apoderándose de mi pierna, no conocía el discurso de la diferencia. En la lectura de trastornos mentales que me interesa en esta etapa de mi vida, encontré que sanar es imposible y que el sentido de la vida uno lo inventa como las mentiras, y eso que no sabía que meses más tarde morirían mi mamá y mi hermano. Ahora sólo quedan cicatrices de mis batallas en el mundo de los vivos, mis gigantes molinos de viento. Frida más que al comunismo me recuerda a estar viva, a estar viva aunque te sientas muerta. A vivir a colores en un mundo tan blanco pero negro. Menos blanco, estaría bien.