Wednesday

Día 670 de duelo o el retoño ya no vive.

No sólo es el duelo, no sólo no es el duelo me... ¡me declaro misántropa amargada! adoradora hedonista e insensible. Bueno, lo digo de dientes para afuera... porque de dientes para adentro, sólo soy una contadora de días.

Descansa en paz Ma.

El día que mamá murió no pensé verla otra vez.
Era martes y la guardia la hizo mi papá, nos habló a las 3 de la mañana para decirnos que ya nada podíamos hacer.
El día anterior, en el hospital mamá me dió 3 besos en la mejilla -de esos tronaditos- pero algo dentro de mí sabía que era la última vez que la vería así.

Mamá probablemente fue derecho al Cielo, no tengo ninguna duda, lo sé porque me ha visitado en sueños, me dice que todo va a estar bien; la he visto en la sonrisa de mis sobrinos; en el viento que revolotea las hojas, en la cocina preparando cochinita pibil, pidiéndome sal y diciéndome chula.

Sorprendida a veces camina junto a mi al ver cómo han cambiado las cosas sin ella, cómo hemos cambiado papá, mi hermana y yo. Papá le sorprende mucho y me dice que está orgullosa de Fátima, yo también lo estoy.

Descansa en paz Ma, extraño tu cariño.

Sunday

Cómo me di cuenta que yo era Clarita.

Clarita no caminaba bien y me miraba con desconfianza y tristeza.
Quebrada, rota e incompleta junto a mi, que estoy quebrada, rota e incompleta nos pusimos a llorar por los culeros que nos empujan por las escaleras sin remordimientos, riendo con desdén. La moral tiene criterios estéticos.
¿Qué culpa hay en nosotros? Me reconocí como en un espejo y lloré por ella y un poquito por mi.
¿me puedes escuchar mientras escribo?
Había una serpiente que quería comerse a una pequeña libélula, la libélula se detiene y le pregunta: ¿porqué me persigues sino pertenezco a tu cadena alimenticia? La serpiente de ojos saltones respondió: porque no soporto verte brillar. 
¿y si uno no brilla pero aún así te empujan los culeros? En fin, ahora Clarita mira con desconfianza pero sonríe y yo con alegría voy embrujando por las escaleras a las serpientes culeras, sé que no soy Clarita pero esta venganza, es por ella.

Amistad.

Cuando estuve y no estuvieron, dejaron de ser mis amigos. Cuando estuvieron y no estuve, dejaron de ser mis amigos. A la distancia, la amistad sonríe y con cansancio dice: llegué.

Wednesday

Pedro y Ana o de la fidelidad del lobo.

Murió y no sabía si quería hacerlo.
Pedro se sostenía de un árbol con la mano en el abdomen en la orilla de la cascada de la Olla y una mano intentó detenerlo. Era de esas veces que el perro lobo de Pedro después de tanta fiesta perdía la cuenta de cuántas lunas habían pasado.
Las malas lenguas dicen que fue un suicidio pero todos sabemos que al joven Pedro,  lo mataron con un cuchillo.
Ahora que nadie lo ve, clarito escucho como se revuelca de dolor en aullidos porque hay algo que no terminó. En sueños visita a sus hijos como un lobo blanco, a su padre como un cachorro tierno y un hijoeputa lobo negro encabronado para la que fue su mujer.
En su funeral, sonaba de fondo Pedro Navajas, de Rubén Bladés  justo cuando rondaba despacito al rededor de la caja con el tumbao que tienen los guapos al caminar, mirando su foto enmarcada junto a una rosa roja que más bien parecía un charco de sangre, observando llorar a todos pero no encontró a su madre.
En su funeral las mujeres de Pedro llegaron con lágrimas en los ojos, algunas con sus esposos, otras no. Todas con verdadero luto en el corazón menos una, la mamá de sus hijos, que seguía con calculadora imaginación los pasos que recorría  al rededor de la caja, lo perseguía aún muerto, sentía celos al sólo pensar que podría volver a vivir.
Ana, la loba, su amante, no pudo pasar porque la esposa no lo permitió. Esa loba fue el amor de su vida y ayer soñé que Pedro, mi hermano, me pedía que se lo diga.
Un ángel lo fue a buscar al Velatorio de Cholula y él al verlo se sintió abrumado pero feliz.
Pedro besó a sus hijos a través de la Alegría y se fue con aquel ángel a jalar los pies en las noches y Pedro a Ana, la cuida como un perro -dice que por el resto de su vida-.