Thursday

El criterio estético de mi profesor.

Recuerdo a dos amigas blancas invitándome a Guanajuato, al Festival Cervantino del momento con un profesor de la Universidad en Puebla  (q.e.p.d.). Mi ingenuidad parecía no coincidir con la forma de pasarla bien de mis amigas pues el profesor era racista y yo, morena.

El encuentro resultó una dura lección de vida para mi, para el profesor un incómodo lugar y para mis amigas, un viaje divertido.

Pensándolo bien, ya que han pasado algunos muchos años, el día de hoy no me sorprende que ya no sean más mis amigas. La experiencia te regala algunas veces la claridad.

Lo malo de la experiencia es que tiene nombres racistas, como los de estas ignorantes; lo bueno de la experiencia es descubrir el exquisito discurso de la diferencia.

Lo malo de la experiencia es mirar a través de las máscaras la perversión y el cinismo, lo bueno es que con las máscaras creas aviones de papel.

Lo malo de la experiencia es que el asombro es ahora menos frecuente, lo bueno es que cuando el asombro llega, es real.

Lo malo de la experiencia, es recordar el desprecio o desamor por mi color de piel; lo bueno son los colores del mundo y en especial el color de piel viva, que me suena a transparente.
Lo malo de la experiencia es que mientras más experiencia adquieres, tienes menos tiempo de vida; lo bueno, sin contar el racismo y la ignorancia, lo bueno es vivir.