Sunday

Cómo me di cuenta que yo era Clarita.

Clarita no caminaba bien y me miraba con desconfianza y tristeza.
Quebrada, rota e incompleta junto a mi, que estoy quebrada, rota e incompleta nos pusimos a llorar por los culeros que nos empujan por las escaleras sin remordimientos, riendo con desdén. La moral tiene criterios estéticos.
¿Qué culpa hay en nosotros? Me reconocí como en un espejo y lloré por ella y un poquito por mi.
¿me puedes escuchar mientras escribo?
Había una serpiente que quería comerse a una pequeña libélula, la libélula se detiene y le pregunta: ¿porqué me persigues sino pertenezco a tu cadena alimenticia? La serpiente de ojos saltones respondió: porque no soporto verte brillar. 
¿y si uno no brilla pero aún así te empujan los culeros? En fin, ahora Clarita mira con desconfianza pero sonríe y yo con alegría voy embrujando por las escaleras a las serpientes culeras, sé que no soy Clarita pero esta venganza, es por ella.