Hay
tanto ruido en mi cabeza, que apenas y puedo escucharme, sigo soñando con cucarachas, serpientes, zopilotes, abejas, águilas… quiero escribir hasta estar
vacía otra vez. Hasta dejar el miedo atrás. Me gustaría ser una bola mágica, saber
cómo curar el corazón de mamá de una buena vez y de paso el mío.
-regreso a casa-