Me entrego con prudencia y templanza no me pidas sinrazón si buscas destruirme, engañarme o darme una lección primero gáname no con vanidad o con esmero sean palabras brillantes o un te quiero dame tu espíritu honesto -que vive en todo ser- es lo que deseo sea tu ejemplo la mejor prueba de amor entonces no necesitarás ganarme porque me sabré vencida.